La jornada arrancó con un puñado de choques que, aunque no definían el título, dejaron claro que esto de la OK Liga no afloja. Por un lado, el Hockey Club Liceo logró un empate complicado y muestra que no piensa entregar nada. En su pista no fue cómodo: le empataron 2-2 ante el Sant Just Hoquei, un resultado que deja sabor a poco, sí — pero que también revela carácter.
Mientras tanto, el Fútbol Club Barcelona (Hockey Patines) sigue firme en la cima. En su último compromiso, logró arrancar un empate 4-4 tras ir perdiendo 4-1, remontada que dice mucho de quién lleva el mando en esta liga.
¿Qué significa todo esto? Que aunque el título pueda estar bastante encaminado, la OK Liga mantiene la emoción viva. El Liceo no afloja. El Barça aprieta. Y detrás… los que vienen quieren aprovechar cualquier respiro.
Por el momento, la tabla queda más apretada de lo que muchos creían. Equipos que parecían quedarse rezagados están metiendo presión, aprovechando descuidos, y forzando que los punteros no respiren tranquilos.
Para los fanáticos —y para los que estamos mirando desde fuera — la lección está clara: nunca subestimar la OK Liga. Porque el patín raspa, la bocha vuela, y hasta el último segundo se puede dar vuelta la tortilla.
Así que ojo a lo que viene. Porque lo más interesante quizá aún está por llegar.